domingo, 31 de marzo de 2013

comentario de rafael courtoisie


“No son dos púgiles, no son dos luchadores de Sumo, no son dos kung-fu fighters; son dos dialogantes que enervan, que te hacen transpirar la camiseta y gozar como espectador y como actor. En EL GIMNASIO se construye la diferencia, se opta, se opone y se resuelve, a ritmo de vértigo. En la época del fitness y del gym, este culto del cuerpo en el alma deviene en calistenia del ser y del parecer. La figura fantasmática del chileno Pedro Lemebel, travestido en forma de "prólogo", abre el juego. El espectador, jadeante, piensa y goza. Dos cosas que no suelen ocurrir juntas”.

lunes, 4 de marzo de 2013